
En febrero de 2010, SES cerró un acuerdo con la Comunidad Andina de Naciones para expandir su alcance en esa región, y que de esta forma, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú pudiese contar con un satélite que les proveyera de servicios. A partir de ahí inició un proceso para desarrollar un satélite exclusivo para esa zona, además de otros países de Suramérica y el Caribe. El resultado ha sido el SES-10, satélite que tras varios retrasos, ya ha comenzado a contar las horas que le faltan para el despegue.
En Andina Link 2017 -exhibición realizada del 7 al 9 de marzo en Cartagena de Indias, Colombia-, Alexis Martínez, director sénior de Ventas para Latinoamérica y el Caribe de SES, afirmó a The Daily: “Nuestra presencia aquí siempre es importante porque nos da la oportunidad de interactuar con nuestros clientes y conversar sobre las cosas que están pasando en SES, tal como es el caso ahora del lanzamiento de nuestro satélite SES-10, que le permitirá a la región cumplir el sueño de contar con un satélite exclusivo para la comunidad andina”.
El SES-10 está diseñado para abarcar toda la región andina, más otros países de Sudamérica, incluyendo Brasil, Centroamérica y el Caribe. Además, el satélite trabajará en banda Ku y tendrá un área de elevación alta en la región, lo que le permitirá el uso de antenas mucho más pequeñas en tierra y proveerá nuevos servicios que antes no eran posibles con una cobertura mucho menor.
“Este es un paso muy importante para la comunidad andina, y para nosotros es un logro porque sumamos un satélite exclusivo para esta región”, dijo Martínez.
El lanzamiento del SES 10 está previsto para el 27 y será ubicado en la órbita 67° Oeste (posición registrada en la UIT para la región andina). Este satélite, añadió Martínez, despegará desde Cabo Cañaveral en Florida, EEUU, y será puesto en órbita en uno de los cohetes de SpaceX, un Falcon 9,por lo que se convertirá en el primero en la historia en despegar con un cohete reutilizable.
El Falcon 9 es un cohete de dos etapas impulsado por oxígeno líquido (LOX) y queroseno para cohetes (RP-1) densificado, fabricado por SpaceX. La primera etapa es capaz de aterrizar para ser reutilizada, ya sea volviendo a tierra o sobre una barcaza. Esta posibilidad realmente revolucionará el negocio de lanzamientos de satélites, pues reduce notoriamente sus costos.





