Más temprano o más tarde, lo natural acontece. El preanuncio fue el final del trato por contenido con Netflix, a partir de 2019, conocido en agosto pasado. Disney no podía continuar estando fuera del negocio SVOD: tamaña fábrica de contenidos lo hace un player obligado en la cada vez más competitiva arena del video circulando por la banda ancha.
Las acciones de Walt Disney subieron un 3 por ciento el viernes, y no por los resultados financieros que trascendien del gigante de Burbank, por debajo de las expectativas de Wall Street, sino porque apareció explícito el reconocimiento de que va, finalmente, por un servicio que competirá con Netflix y con todos los grupos que ya están en franca disputa por los clientes streaming.
¿Algo en particular ha movido a Disney a reconocer que ya mismo debe estar en la lidia OTT? Los medios se apuraron en adosarle el anuncio público a las pérdidas de suscriptores en sus redes de TV paga reconocidas hace días y ante la evidencia del incremento de las fugas hacia servicios más económicos.
El jueves pasado, el presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger, calificó como la "máxima prioridad de la compañía este año" el lanzamiento SVOD. Y que iba a ser "sustancialmente" más barato que Netflix.
En un paso que consolidará aún más la fuerte posición de Disney como potencia de contenido, Iger también reveló, según lo subraya un reporte de Reuters, un acuerdo para desarrollar una nueva trilogía de Star Wars.
Como ya fuera anunciado, principalmente porque lo requiere para competir mejor con Netflix y otros servicios similares, Disney cerrará la negociación de sus nuevos lanzamientos a los players streaming, a partir de 2019.
La compañía ya ha reconocido el desarrollo de servicios de transmisión en tiempo real para la familia que se venderán directamente a los consumidores. Y está confirmado el lanzamiento de un servicio enfocado en los deportes llamado ESPN Plus a principios de 2018.
Hay otra noticia surgida durante la semana pasada, todavía con categoría de versión, que muestra a Disney decidido a adquirir parte de los negocios de televisión de otro gigante, 21st Century Fox. Según los trascendidos, el grupo de Rupert Murdoch estaría dispuesto a traspasar sus intereses, salvo los vinculados a deportes y noticias.
Real o no esa tratativa de Fox, lo que ya observan los analistas de Wall Street es un cambio de actitud de Disney. Hay movimientos más explícitamente agresivos en la búsqueda de agrandar su biblioteca de contenido, propio de quien tiene en vistas un gran lanzamiento.