En lo que va del siglo, la televisión paga en EEUU no ha parado de encarecerse: entre el inicio del 2000 y el cierre de 2017 el precio del servicio creció un promedio de 74%, según una investigación de Kagan, S & P Global Market Intelligence.
La brecha de asequibilidad ha sido generada por la necesidad de las operadoras de "exprimir” lo más posible el ingreso por hogar, especialmente en los hogares más vulnerables económicamente, subraya el informe divulgado esta semana.
Los ingresos brutos anuales compuestos para las plataformas de televisión paga tradicional, es decir cable, DTH e IPTV, crecieron a una tasa del 5,5% anual de 2000 a 2017. En los inicios del siglo, el valor del abono rondaba los US$ 60 mensuales. En 2016, el promedio recogido por Kagan alcanzó los US$ 100, en una sociedad cuyos salarios lejos de subir, tuvieron hasta bajas respecto a los pagados en 2000.
En ese encarecimiento, la compañía de investigación encuentra razones de la abrupta caída de suscripciones de la oferta tradicional multicanal y el incremento de los SVODs tipo Netflix y Amazon Prime Video.
El reporte aparece justo antes de la divulgación de datos de abonados de los operadores de TV paga que nuevamente estaría manteniendo su nivel de caída en picado, en este caso registrando una nueva baja, de poco más de medio millón en el primer trimestre del año en curso.