Aunque formalmente se habla todavía de "planes", el gigante AT&T confesó esta semana que va por QuickPlay Media, una plataforma over-the-top ( OTT) basada en servicio en la nube. Decisión de adquirir para un grupo tan poderoso como la telco estadounidense tiene una única lectura: está comprando a la compañía canadiense, experta mundial en llevar TV a cualquier dispositivo. Y no se ven razones para que las autoridades regulatorias de EEUU y Canadá se interpongan en la operación que fusionaría al grupo propietario de DirecTV con la empresa que posee instalaciones y equipos en Toronto, San Diego, Singapur, Chennai, y Frankfurt. De momento, se desconocen los términos financieros del M&A en curso.
QuickPlay, que continuará funcionando como una empresa independiente una vez traspasada su propiedad, no es nada desconocida para AT&T: actualmente, es proveedor de servicios streaming del IPTV U-verse.
La firma canadiense fue fundada en Toronto, y financiada desde su creación con VC por US$180 millones. Luego fue vendida a la firma de inversión de capital privado con sede en Chicago, Madison Dearborn Partners, en 2012, por alrededor de US$ 100 millones.
La operación se produce tres meses después de que AT&T revelara planes para lanzar una nueva multiplataforma de servicio de streaming de televisión a finales de este año, impulsado por la adquisición de DirecTV, por US$ 50.000 millones. La implementación de DirecTV (EEUU y América Latina) sería una tarea sencilla, según las fuentes de los dos grupos directamente involucrados. En la actualidad, la plataforma de DirecTV en América Latina es operada por la compañía argentina, Toolbox. Uno de los interrogantes que plantea la compra de QuickPlay es cuánto impactará en la actual relación de DirecTV América Latina con la empresa basada en Buenos Aires.
AT & T espera cerrar el acuerdo en los próximos dos meses. Uno de los compromisos asumidos es el de mantener los recursos humanos de QuickPlay (aproximadamente 350 personas).