Las campañas de sensibilización sobre una programación de TV racialmente diversa, con el reclamo de inclusión de una mayor cantidad de personajes que representen a minorías y comunidad LGBT, parece estar circunscrito a los estudios de EEUU.
Uno de los artículos de la revista The Hollywood Reporter, que aparece el próximo 8 de abril, se ocupa de este tema y señala que la reciente cruzada de Hollywood por una TV más inclusiva y respetuosa de la policromía social, no parece tener idéntico eco en las audiencias globales.
El caso del drama Empire se muestra en tal sentido como ejemplar. En Estados Unidos ha sido un tanque de rating para Fox, convirtiéndose a fines del año pasado en la primera serie de TV, en veinte años, que logra incrementar su audiencia semana a semana al cabo de toda su primera temporada.
Protagonizada mayormente por actores y actrices afro-descendientes, el episodio final de Empire capturó el año pasado una audiencia de 21,92 millones de espectadores. La serie mantiene sólidas cifras de rating en su segunda temporada en curso.
El éxito, sin embargo, no ha tenido su correlato fuera de EEUU, al punto que The Hollywood Reporter no duda en calificarlo de “fiasco global”.
Algunos de los datos que aporta la publicación para sostener su argumento son los siguientes:
- En el Reino Unido, la primera temporada de Empire atrajo una audiencia más bien chata, de 717 mil espectadores en el canal juvenil E4, de Channel 4, con un share de 3 puntos porcentuales. La segunda temporada ha sido peor, promediando un share de 2,2%, con 595 mil espectadores;
- En Australia, la primera temporada promedió 181 mil espectadores en Channel Ten, lo que motivó que la segunda temporada pasara a emitirse por la cadena más pequeña Eleven, donde obtiene una media de apenas 77 mil espectadores;
- En Canadá, el broadcaster Rogers Media retiró el drama de City TV, en abierto, luego que la segunda temporada cayera a los 208 mil espectadores. La segunda mitad de esta segunda temporada se ofrece a través del servicio de streaming online Shomi.
Este tipo de programas “son reflejo de nuestra sociedad, pero no de todas las sociedades. Tener un casting diverso crea otra vaya para las series de EEUU que quieran abrirse camino (en el mercado internacional); sería necio no reconocer tal cosa”, comentó a THR la presidente de TV internacional para Fox, Marion Edwards.