La palabra crisis no es una más del diccionario en Brasil. Cuando resuena, implica ajustes como precaución. La situación política y económica del país continúa generando mucha incertidumbre en la población y eso repercute en todos los ámbitos. Naturalmente, la TV paga no está escapándole al clima. Según el seguimiento periódico de la Agência Nacional de Telecomunicações (Anatel), en mayo pasado se contabilizaron poco más de 18,6 millones de hogares suscriptores a algún servicio de TV paga tradicional en todo el país, cantidad que en el comparativo con el mes precedente, expone una disminución de 0,73 por ciento (136.787 hogares). Revisando los últimos 12 meses, la reducción de clientes orilló los 262.000, es decir una pérdida de 1,39 por ciento.
En cuanto a tecnologías, entre abril y mayo, todas perdieron abonados, quedando a la cabeza, una vez más, la tecnología MMDS (-3,51%). El DTH tuvo una baja de abonados de 0,43 por ciento.
Evaluando Estado por Estado, en el comparativo abril-mayo, salvaron la ropa de la industria Maranhão (0,45%), Piauí (0,41%), Rio Grande do Sul (0,08%) y Tocantins (0,01), los únicos que no perdieron clientes y tuvieron una leve performance positiva. A la hora de comparar mayo pasado con mayo de 2016, Piauí, con 9,14 %, Maranhão, con 7,68% , Rio Grande do Norte con 5,21% y Pará con 4,84% registraron los crecimientos más importantes.
Entre los players, Oi se llevó la mejor parte al lograr crecer en el periodo abril-mayo, consolidándose con números positivos en los últimos doce meses, 1,25% y 16,21% respectivamente. Nossa TV, Claro y Vivo presentaron pérdidas de clientes en uno y otro periodo.
