
La posibilidad de que AT&T decida desprenderse de parte de sus activos para la adquisición del gigante Time Warner Inc. siempre ha sido el único camino viable para lograr el objetivo, aseguraron los críticos que evaluaron desde el inicio la megaoperación de US$ 85.400 millones. Hay que reunir el dinero y hay que sacrificar parte de las propiedades, comentan quienes siguen de cerca críticamente este nuevo M&A internacional en curso. El grupo, aseguran, ha estado revisando su cartera para encontrar maneras de pagar su recargada deuda, que aumentará en alrededor de US$ 180 millones una vez que su adquisición de Time Warner llegue a buen puerto.
El viernes pasado, Reuters hizo trascender la evaluación en la telco estadounidense de venta de sus activos DTH en América Latina con la única excepción de México. El conglomerado de telecomunicaciones tomó posesión de estas operaciones como parte de su adquisición por US$ 49.000 millones de DirecTV en 2015.
Según fuentes que la agencia de noticias calificó como “personas familiarizadas con el tema”, AT&T considera cada vez con más fuerza el traspaso de las operaciones de DirecTV en el territorio. Los candidatos por esos activos, de acuerdo a la misma versión, son Liberty Global PLC, la compañía española de telecomunicaciones Telefónica SA, y Millicom International Cellular SA, el operador inalámbrico regional.
Ninguna firma involucrada en el trascendido quiso reconocer la versión.
La decisión no parece obvia teniendo en cuenta la situación de cada nación. Salvo Venezuela, que se encuentra bajo una dictadura “democrática”, el resto de los países ve mejoras en sus economías. Hasta Brasil, sumergido en una crisis de corrupción sin precedentes, con escándalos gubernamentales y políticos conocidos por todo el mundo, da señales de superación de su situación económica. Con excepción del drama venezolano, la onda populista dominante en los primeros quince años del siglo —que dilapidó en gran parte la excepcional oportunidad creada por los commodities latinoamericanos, con valores nunca vistos— muestra haberse desvanecido casi completamente. Los índices macroeconómicos actuales muestran una situación de estabilidad en el territorio.
AT&T, según las fuentes citadas por Reuters, no está interesada en vender su negocio de TV paga en México, principalmente porque ha estado invirtiendo en servicios inalámbricos.
El presidente ejecutivo de AT & T, Randall Stephenson, reconoció a principios de la semana pasada, en una conferencia de Goldman Sachs, que cada año la compañía "monetiza una serie de activos que estratégicamente no encajan y no están en el plan de juego a largo plazo del negocio". También dijo en el pasado que la empresa estaría abierta a una combinación estratégica en la región, remarca Reuters.
En el segundo trimestre, AT&T contabilizó 13.6 millones de suscriptores totales en Latinoamérica, excluyendo México, y generó ingresos totales por US$ 1.400 millones. AT&T posee cerca del 93 por ciento de Sky Brasil, el principal proveedor de TV satelital directa en la mayor economía de la región. Es también dueño de PanAmericana, que ofrece DTH, bajo la marca DirecTV, en países como Venezuela, Argentina, Chile, Colombia y Puerto Rico.
En la telco se espera que la compra de Time Warner cierre a finales de año. El acuerdo se encuentra bajo revisión antimonopolio por parte del Departamento de Justicia de EEUU.

